El Tiempo que nos queda

El Tiempo que nos queda

Alex Guerrero

Querido amigo, Mujer, Anciano, Joven, que en estos momentos tienes el tiempo, la oportunidad de leer este folleto, y reflexionar y pensar; que tú, como ser creado por Dios. Haz tenido la oportunidad de crecer y desarrollarte en esta vida y haz experimentado quizás la felicidad transitoria que se vive en este mundo, o quizás estés o te halles experimentando el sufrimiento y dolor en tu vida y no encuentras quien te de  consuelo y alivio a tu alma, a tu mente y corazón.

Aun siendo casado o casada, soltero con tus padres y seres queridos, aun ellos que te rodean, no pueden llenar el vacío y aliviar el dolor que tu llevas dentro de ti. Ellos no puedan darte el consuelo que tú necesitas en tu corazón.

Yo te invito en este momento a que consideres y medites en la oferta de salvación que solo Yeshua, El Hijo del Dios viviente, que nos ha dado la vida, el aire, el sol, la lluvia, tu familia, tus hijos, tu juventud, tus talentos y capacidades, tus posesiones y todo lo que quizás tu estas soñando en estos momentos para tu vida, pueda  ser transformado por la libertad que Él nos ofrece. “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” (Juan 8:36) Sabemos que todos los hombres podemos hacer y lograr muchas cosas en esta vida. Pero no hay nada en nosotros que nos pueda dar el alivio y la paz a nuestra alma. Yeshua declaro: “La Paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.” (Juan 14: 27).

Solo la paz de Yeshua el Mesías, puede echar fuera de nosotros las ansiedades, angustias, amarguras, dolor, desespero, tristeza, miedo y temores que  quizás tengas en tu vida en este momento.

Yeshua es el único camino al Padre Eterno, Él es la Verdad que necesitamos creer para sostenernos en este mundo, Él es la Vida que llena  y satisface nuestro ser interior.

En estos momentos en que la humanidad toda sucumbe bajo el terror de las guerras y las amenazas de muerte y pestes malignas, Yeshua una vez más se muestra a  todos los hombres como el único en que podemos confiar para ser salvos.

Yeshua declaro cuando resucito de la muerte al hermano de una mujer que estaba en dolor y angustia;  “Yo soy la  resurrección y la vida; El que cree en mí, aunque este  muerto vivirá y todo aquel que vive y cree en mí, aunque este muerto vivirá.”  (Juan 11: 25-26).

Solo el consuelo en la Fe en Yeshua puede salvarnos. No podemos salvarnos por nuestros propios  méritos y nuestras obras, aunque vivamos una vida de buenas actitudes y piadosamente, eso no nos puede salvar. Somos salvos por la gracia redentora de Yeshua el Mesías. La palabra de Dios dice; “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”  (Efesios 2:8)

Solo confesando con nuestros labios y creyendo en nuestro corazón que Yeshua es el Hijo de Dios, que murió y resucitó de entre los muertos por todos nosotros, podemos obtener el perdón de nuestros pecados y la salvación que El ofrece,  y darnos de esa manera el don más precioso que ningún hombre puede ofrecer y dar; el cual es su Espíritu Santo (Ruah Hakodesh) que nos capacita y ayuda para vivir y guardar la palabra de Yahweh que Yeshua nos ha enseñado; “El Consolador… el Espíritu de Verdad el cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni lo conoce…” ( Juan 14: 16-17 ). Pero los que creen en  Yeshua como su salvador, lo reciben y viene a morar en nuestras vidas, guiándonos a toda verdad y a  toda justicia.

Yo te invito en este mismo momento, abrir tu corazón y pedirle a Yeshua que venga a tu vida  a morar en tu corazón y recibir el regalo de Salvación y Vida eterna que Él nos ofrece. Pídele que te perdone  todos tus pecados y te de la libertad para servirle hasta su regreso en gloria.

“He aquí yo vengo pronto y mi galardón conmigo…”  (Apocalipsis 22:12)